miércoles, 17 de septiembre de 2014

de los encuentros epistolares con Leo Lanoe

Antes de la gran explosión estábamos juntos, tus átomos se mezclaban con los míos, inconscientes, inertes. Chocaban nuestras almas antes de expandirse y como un hecho irremediable volamos, viajamos en el vacío, llenando de materia lo inexistente. De todos los mundos habitables llegamos a este, guiados por fuerzas invisibles que no nos dejaron cambiar de rumbo. Nuestra materia se fue uniendo por azar y necesidad. Siguiendo una ruta no marcada pero con un fin común. Tuvieron que formarse otros seres, algunos monstruosos y apocalípticos, otros finos y de microscópica belleza. Pero al fin, después de un largo camino que nunca conoceremos, llegamos a este espacio, a este lugar común donde volvemos a estar juntos atraídos por otras fuerzas, estas fuerzas inconmensurables de la materia.